Barraca: La discoteca Barraca,
ya veterana por aquel entonces, ya había destacado en los últimos años
70 por querer diferenciarse de alguna forma del resto de salas estilo
fiebre del sábado noche. Alrededor de 1980, Juan Santamaría recaló en
esta sala para imprimirle su particular estilo tan ecléctico.
Chocolate: Poco después del comienzo de esta nueva y exitosa etapa en Barraca,
apareció en escena otra discoteca, situada a apenas 200 metros de la
primera. Se trataba de Chocolate.
Spook Factory: En el año 1984,
hizo aparición en la escena valenciana otra sala mítica. Anteriormente
llamada San Francisco, y dedicada a gente más convencional, es decir, a pijos o niños pera, como por entonces se denominaban, Spook Factory
Espiral y Puzzle: En 1986 saltó a la fama otra sala legendaria, Espiral,
abierta desde finales de los 70 y dedicada hasta entonces a sonidos
disco, y que no se encontraba en la habitual ruta en línea recta
bordeando el sur de la costa de Valencia
Radio y televisión:
A mitad de los 80, la fama de estas salas era notable entre la gente más inquieta de Valencia, Madrid, Barcelona, Murcia, Alicante
y otras ciudades. Y seguía uniéndose gente gracias al boca a boca,
principalmente. También gracias al aporte de los numerosos programas de
televisión dedicados totalmente o en parte a la cultura musical que se
habían emitido desde principios de los 80.